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CONOCE COMO LLEGAMOS

Nuestra Historia

Construida en 1907 para ser sede de la embajada italiana, con miles de vías de ferrocarril, más de 400 puertas de pino, decenas de maravillosos portones y cientos de arcos catalanes, La Privada Roja es un espacio lleno de historia, magia y cultura, catalogada como inmueble con valor histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

A finales de 1920 la adquiere el Lic. Pedro Serafín Azcué, homenajeado en febrero de 1888 por el presidente Porfirio Díaz por su desempeño como estudiante de derecho. Luis Azcué y Mancera, hijo mayor de Pedro Serafín, quien vivió toda su vida en La Privada Roja, se graduó con honores como ingeniero civil de la Escuela Nacional de Ingenieros, construye el 3° nivel de Palacio Nacional y dedica más de 45 años de su vida al estudio de las culturas indígenas, dejando un importante legado de investigación sobre el indigenismo mexicano. Su ferviente amor por lo nuestro lo llevó a desarrollar estrecha amistad con personajes como Franz Mayer, Frank Sanborns, Gustavo Baz y Diego Rivera quienes visitaban con regularidad La Privada Roja.

Luis Azcué se casa con Eduwiges Hurtado Olín hija de Leopoldo Hurtado y Espinoza, exitoso hombre de negocios de origen michoacano, quien en 1912 por su liderazgo fue electo diputado del Distrito de Uruapan en Michoacán. Volviéndose amigo cercano de Francisco I. Madero. Leopoldo Hurtado fue ferviente opositor de Huerta y fondeador de las armas para iniciar la Revolución Mexicana. Autodidacta, aprendió inglés, francés y latín, a tocar el violín y piano. Trabajó desde muy joven como asistente en “La Colmena”, la tienda de textiles más importante de la época, la cual, adquirió años después. Su inquebrantable lealtad al presidente Madero y la Decena Trágica obligaron a Leopoldo a vivir varios años en Nueva York, haciendo amistad con celebridades como Thomas Alva Edison y el presidente Roosevelt.

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A la muerte de Frida Kahlo, Diego Rivera se casa con Emma Hurtado, hermana de Eduwiges Hurtado, hijas de Leopoldo Hurtado. Emma y Diego visitaban con frecuencia La Privada Roja donde se llevaban a cabo cenas y reuniones sociales para promover arte, cultura, el bienestar y la democracia nacional.

 

A mediados de los años 60s buscando ayudar a familias de escasos recursos, la familia Azcué permite que algunas de estas familias sin pagar renta habiten los sótanos de La Privada Roja. Desafortunadamente, con el paso de los años las familias beneficiadas abusan y comienzan a ocupar sin autorización más espacios de la propiedad. Después de décadas de abuso La Privada Roja está muy deteriorada e invadida por todo tipo de malvivientes quienes subarrendan y amenazan a los propietarios de adueñarse del inmueble, lo cual, inicia una reacción legal por parte de los dueños.

A principios de 1990 valientemente, Ana Mercedes Azcué y Hurtado hija de Luis Azcué y Eduwiges Hurtado y su hijo mayor, inician un proyecto de rescate enfrentándose a todo tipo de amenazas y anomalías por parte de los invasores liderados por Súper Barrio y la Asamblea de Barrios; un grupo de arribistas, políticos corruptos y oportunistas del PRD que protegen invasores de predios para adueñarse de propiedades ajenas a cambio de votos, fomentando el populismo que tanto daño le hace a nuestro país.

En 1993 se inician costosos litigios y desalojos. Después de 5 años de enfrentar la presencia y amenazas de muerte de grupos revoltosos que impedían por la fuerza la toma y el rescate del inmueble se logra liberar a La Privada Roja del pasivo social. En 1998 se realizan estudios de mecánica de suelos, se inicia la remodelación de las instalaciones eléctricas y sanitarias, así como la impermeabilización de techos y la fumigación contra todo tipo de plagas. Curiosamente, se tienen que llevar a cabo limpias con chamanes y párrocos pues las cuadrillas de trabajadores aseguraban la presencia de espíritus chocarreros y se negaban a trabajar en ciertas partes de la propiedad.

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Invirtiendo todos nuestros recursos y tomando créditos personales, acondicionamos algunas habitaciones y oficinas para rentar espacios a huéspedes de mejor calidad. Se remodelan más oficinas y habitaciones, se restaura y acondiciona el corredor principal. Poco a poco, La Privada Roja deja de ser un espacio sombrío para convertirse en un lugar mágico, seguro y confiable, sede de grandes películas y locaciones para cine y televisión.

En nuestras instalaciones se filmó “Frida” película nominada al Oscar donde Salma Hayek inicia su reconocimiento como actriz. “One Republic” el famoso grupo musical inglés, grabó con nosotros un video que ha alcanzado más de 65 millones de visitas. Fruto de los trabajos de remodelación y limpieza, hemos logrado ser locación de más de 80 comerciales, cortos y largos metrajes, documentales y series importantes.

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El programa de restauración aún sigue en marcha. Cada peso ganado se reinvierte en la remodelación de los espacios pendientes, en la operación y en la capacitación de nuestro equipo de trabajo, el gran esfuerzo económico, el empeño, la voluntad y valentía por recuperar nuestro inmueble ha dado resultados. A lo largo de estos años, hemos convertido a La Privada Roja en un espacio mágico de la Ciudad de México que alberga historia, sueños y promueve valores universales y talento de todo tipo.

Fue difícil y costoso, pues en México los que queremos hacer las cosas legalmente y bien, nos enfrentamos a todo tipo de arbitrariedades de autoridades, políticos y proveedores corruptos, de invasores agresivamente empoderados, de gestores oportunistas y de empleados desleales y abusivos. El Maestro Dalí decía que nunca visitaría México pues su ego no soportaría algo más surrealista que él, tristemente Dalí, tenía razón. El Proceso de Rescate de La Privada Roja se divide en etapas consecutivas, cada una de ellas cierta y verdaderamente, difícil de creer.

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El Proyecto

Las características del inmueble, su ubicación, su diseño arquitectónico y la riqueza histórica de quienes vivieron y visitaron frecuentemente La Privada Roja, nos brindaron elementos para incorporar un novedoso proyecto inmobiliario; rentable, que cuidara y preservara la propiedad, promoviera la historia, la cultura, el arte, el talento mexicano y la buena gastronomía, considerando siempre el desarrollo humano de nuestros empleados y el cuidado del medio ambiente.

Creemos en los resultados de un equipo de trabajo integrado por mexicanos capaces, comprometidos, talentosos, leales, creativos y bien dirigidos.